lunes, 30 de agosto de 2010

Espejismos peligrosos


Me declaro bastante escéptica. No creo en cábalas, la alineación de los planetas, maldiciones de las cadenas de mails, que Santo Tomás deba beber el primer tereré o cosas parecidas.
La incredulidad y desconfianza son mis cartas más usadas, se las reconoce cuando aparece porque la ceja izquierda se levanta ligeramente y me delata la muy desgraciada.
El azar tampoco nunca ha sido mi aliado, en esa no puedo coincidir con el gran Roa Bastos. La única vez que estuve cerca de ganarme algo fue cuando tenía unos 9 años y en la escuela se realizaba una serie de sorteos, no recuerdo en conmemoración de qué, pero sí que había sacado un numerito y no tuve mejor idea que intercambiarlo con una compañera 10 minutos antes del sorteo. ¿Hace falta decir que uno de los ganadores fue el número que cambié?
Tampoco en el amor me ha ido como un cuento de hadas, así que no se cumple en mí el famosísimo dicho que me prometía que si en el azar me iba mal sería afortunada en el amor. Me siento como Damien, el anticristo que viene a romper con toda creencia o esperanza.
Pero hay algo que no deja de sorprenderme, algo que hasta hoy es infalible, no puedo ignorarlo porque es tan poderoso que a veces agobia, otras me llena de ansiedad.
Los presentimientos.
Cuando presiento algo inexorablemente sucederá, aunque nunca tenga la certeza de lo que ocurrirá, sin embargo, puedo intuir hacia donde apunta y si es bueno o malo.
Hace un par de días tuve uno, y apenas horas después este se materializó. Fue entonces que me di cuenta que no todas las veces es tan inesperado o sorprendente como creía, sino mas bien el resultado lógico de conductas, hábitos, vicios que tarde o temprano desembocan en lo mismo.
Estén colmados de optimismo o de un brutal pesimismo, estos vaticinios están basados en antecedentes, esos que en algunos casos, como el último que experimenté, quieren ser borrados para escribir una historia nueva donde los augurios difícilmente se convierten en realidad.
En ocasiones nos sumergimos en la negación, soñamos con que eso baste para torcer el destino y que lo inesperado nos pesque ingenuos, candorosos. Las quimeras permanecen latentes hasta que la crueldad matemática de las probabilidades las hace añicos.
Cuando las emociones, los sentimientos están involucrados es difícil ver, respirar la realidad como el humo incansable de estos días, solo nos complica, pero cuando llegamos a los momentos determinantes, como bien nos lo enseñó Einstein, no podemos esperar resultados diferentes haciendo siempre lo mismo.
No niego la existencia de Milagros, una señorita primorosa y generosa me han contado, solo que a mí no me la han presentado aún.

4 comentarios:

  1. Se siente como 166 chelos en los vientos de cambio.
    Para los japoneses, la ceremonia del té es un ritual que realizan con una preparación y dedicación admirables, y su creencia sostiene que cada taza de té que compartes, por más que sean las mismas personas, en el mismo lugar, con el mismo tipo de té, en las mismas taza; es única. Porque las circunstancias en que se realizan nunca volverán a ser las mismas, ni tampoco las personas. Cada cosa cambió desde la última taza (Gracias Grissom). Lo siento estimado y gran Einstein, brillante para las ciencias, pero equivocado para las ciencias humanas. Si se puede conseguir resultados diferentes cuándo se trata con seres humanos. La vida es cómo vos querés que sea, querida LLu. No dejes que el ruído te impida disfturar de la música. (Que pirevai que via tener mañana por culpa de esta rinitis de m..... que no me deja dormir, igual chas gracias por la cybernética compañía y por el pectacular Blog :)

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  2. Cada momento es ùnico.

    El azar mismo, es distinto en cada tiro de ruleta.

    Pero podemos influir en nuestro azar. Es cuestiòn de energìa positiva.

    Esperas lo mejor, aunque te preparas para lo peor.

    Al final, todo termina siendo FE.

    Un abrazo.

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  3. Yo trato de vivir cada instante, cada momento, solo que se hace difícil a veces... (yo siempre gano en los sorteos, pero sigo esperando ganarme SENETE)

    Felicidades por el post.

    TQM'i... aapl

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  4. core... si en vez de comprar bingo o seneté hubiese metido a plazo fijo ya tendria fondo para vacaciones! una barra de hielo en la panza... o unas hojas de ruda en el bolsillo no le vienen mal a nadie... el azar y yo tuvimos un inconveniente desde el vamos... con decirte que mi nombre era Rodrigo creo que te digo todo...

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