miércoles, 15 de diciembre de 2010

No estoy Verde!


Agoniza, convulsiona y como es habitual en el lecho de muerte, pasa toda su existencia como una película, se arrepiente, se frustra pero entiende que es tarde para intentar cambiar algo, que ya el daño está hecho y hay que dejarlo ir, pero de todas formas sigue ahí, pataleando por un poco más de permanencia.

Diciembre es así, y como le decía a una amiga, cada año resuelvo las mismas cosas, me impongo las mismas metas que hace 10 años y al final del siguiente año sé que los resultados serán exactamente iguales al anterior.

En este doceavo mes todo gira en torno a la Navidad, guirnaldas, renos, papá noeles, comida, aguinaldos mal gastados, ladrones ávidos de evitarte el cargo de conciencia por el derroche de tu dinero, invasión de vendedores, pinos blancos de plástico, gorras, medias y chimeneas en un país donde cada 24 sobrepasamos los 35°, y que ante tanta demanda de energía el ente proveedor corta el suministro.

Admito que me gusta abstraerme un poco de todo ese convencionalismo (menos el de tirar la plata), así que evito ver los canales de televisión por temor a cruzarme con Mi pobre Angelito, por eso el fin de semana me alquilé una película, Ghost of Girlfriends Past, y me topé con una versión amorística de Canción de Navidad, esa magnífica obra escrita por Charles Dickens, que en mi niñez me llenaba de esperanzas, y de la que al parecer no tengo escapatoria.

El cuento fue escrito por el inglés en 1843, 167 años de infinitas versiones, y tanto nos han contado la historia que parece obligatorio crearnos nuestros propios fantasmas del Pasado, Presente y Futuro, que sin lugar a dudas nos encuentra descomunalmente endebles en estos días en que la llama de un año se va extinguiendo.

No soy un Ebenezer Scrooge, creo al menos, pero hay dos aspectos que impiden que “las Navidades” me sean tan emocionantes como a los demás. La primera que esa fraternidad, generosidad y nobleza de la gente en esas fechas me genera mucha desconfianza porque son tan efímeras e hipócritas como promesa de político en campaña electoral. Lo segundo y más importante, tengo un terror infinito de ver las innumerables cagadas que he cometido en el pasado, ver un presente deplorable y arruinarme el futuro conociendo el final de antemano.

La vida es como la cartera de una mujer, si revolvés mucho podés encontrarte con cosas desagradables e inservibles incontables veces antes de hallar lo que realmente estás buscando, y a mi me gusta viajar ligero.

Esas son mis razones, pero definitivamente: NO SOY UNA GRINCHA (sabes que te digo a vos)

3 comentarios:

  1. Definitivamente, no lo sos!!

    (no sè que es Grincha, pero debe ser malo)

    Felicidades, lo mejor para vos!!

    un abrazo.

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  2. La hipocresía se viste de gala en las fiestas, es cuestión de seguir fingiendo demencia o esconderse en algúna agujero y esperar que la piel se ponga verde.
    Quién mire a su pasado y no vea nada negativo, pienso yo que puede ser por dos razones: o la pasó rascandose o no progresó absolutamente nada.
    Sentite feliz (de vez en cuando viene bien hacerlo, aunque sea con ayuda de unas rubias espumantes) de ver atrás y sentir horror, eso demuestra cuándo has evolucionado!
    Un gigante pero con la humildad y amabilidad de un pescador me dijo:
    "A veces me siento feliz por haber nacido en la época más difícil de Corea, ya que esto me permitió siempre vivir rodeado de trabajos y desafíos a superar, y al mismo tiempo, contribuir para la construcción de un mundo mejor."(Gracias Dr. Oh!) Espero que puedas y el Paraguay pueda tomar su ejemplo y rescatar de lo malo, aunque sea algo para el abono. Fuerza Lady Lu! Via tratar de conseguirte alguna foto de tu Niño para que vuelva a tu ciclo la época mundialsta ;). Beso y seguí escribiendo que se te extraña!

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  3. Que te puedo decir... cada año me pasa más rápido... y cada vez voy queriendo que se acelere más, siempre estoy pensando que quiero que sea determinada fecha más adelante... no le puedo sacar el pie al acelerador el ritmo de vida que llevo no me lo permite (cuantas veces ya usé esta excusa)... a lo mejor porque si me freno un chiqui me pongo a pensar sobre lo bueno y lo malo y con ello corro el riesgo de sentirme mal...
    Sin embargo, a pesar del riesgo a veces le doy un respiro al velocímetro... y definitivamente mirando atrás encuentro cosas que haría de manera diferente... decisiones que de haber medido suficientemente el impacto no hubiese tomado y palabras que hubiese callado.
    Pero también miro atrás y veo tanta evolución... me miro a mí misma y me dijo "que mucho he crecido" (aunque no sea de altura) y creo que como decía una amiga hace poco ha sido "un enorme cúmulo de momentos buenos y exitosos, personales y corporativos, que contrarrestan a unos pocos malos, pero que por pocos, han sido olvidados".
    Es parte de vivir... es parte de crecer... y definitivamente ponerse metas es excelente... pero mejor aun es cargarse las pilas y poner las agallas a trabajar para poder cumplir esas metas!
    Así que Milin... otro año ya se ha ido, tantas cosas han cambiado... pero no mi cariño por ti!!! fuerza...
    PD. Coincido con Ale... escribí porque se te extraña

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